Resumen:
Los restaurantes, a escala mundial, han representado una gran cantidad de beneficios para la gente. Han pasado ya varios siglos desde los días en que surgieron tabernas y hostales, donde los viajeros podían llegar solicitando alojamiento y comida, hasta ahora, cuando se cuenta con establecimientos que ofrecen menús más variados, que son preparados mediante la ejecución de procesos más sofisticados y en equipos de alta tecnología. Hoy en día, en El Salvador, los restaurantes se organizan como negocios para obtener beneficios económicos satisfactorios. Sin embargo, existen casos de restaurantes que, frente a un entorno complejo, dinámico y a veces restrictivo, obtienen rentabilidades que les permiten únicamente seguir operando y subsistir. El sector restaurantes se encuentra presente en las tres zonas geográficas del país, pretendiendo aprovechar los recursos propios de estas, generando así beneficios sociales adicionales a amplios sectores de la población. Pese a que el país es pequeño, cada una de las zonas geográficas muestran características que las diferencian entre sí, las cuales se observan en los restaurantes operados en ellas. Dado el potencial de crecimiento del sector, muchos empresarios han optado por adquirir derechos de franquicia, administrando así sus negocios bajo este régimen. Como consecuencia de ello, estos restaurantes presentan características significativamente diferentes que los distinguen de los restaurantes administrados bajo un régimen independiente. En El Salvador, el sector restaurantes está interesado en la estructuración y representación de su perfil para poder evidenciar su contribución a la sociedad y posteriormente buscar los apoyos institucionales necesarios para efectuar un salto de calidad, que les permita avanzar en su desarrollo y mejorar su ejecución, lo cual rendirá beneficios a dicho sector y al país en general.