Resumen:
En este artículo se plantea la problemática actual acerca de los principios y valores que la ética del tener y el mercadocentrismo han inculcado a los individuos dentro del tejido social de nuestro mundo en general, pero de El Salvador en particular. ¿Es viable producir dirigentes capaces de ejercer un liderazgo solidario y probo en los asuntos públicos ante la divinización del mercado? ¿Cuál es la posibilidad de que las universidades puedan formar profesionales que actúen en servicio de la sociedad y del bien común con un entorno tan desfavorable? ¿Qué pueden y deben hacer las universidades para elevar el nivel ético de docentes, estudiantes y el resto de su recurso humano?