Resumen:
La violencia conyugal contra la mujer se ha convertido, por desgracia, en un fenómeno dramático que afecta prácticamente a todas las sociedades, estando más arraigado en aquellas en vías de desarrollo como es el caso de El Salvador. Esta violencia se define como un conjunto de actitudes y conductas negativas que el agresor (casi siempre el hombre) manifiesta hacia la víctima (la mujer). Heise y García-Moreno (2002) la definen como cualquier conducta dentro de una relación íntima que cause daño físico, psicológico o sexual a alguno de los miembros, incluyendo agresiones físicas (golpes, patadas, palizas, etc.), abuso psicológico (intimidación, menosprecio, humillaciones, etc.), relaciones o conductas sexuales forzadas y conductas de control tales como aislamiento, control de las actividades y restricciones en el acceso a información y asistencia.