Resumen:
Estamos en un momento en el que Clio, la musa de la historia, parece tener una mayor presencia en los ambientes académicos, y por qué no, culturales de este país. El año recién pasado un grupo de historiadores nos propusimos constituir el seminario permanente de estudios históricos adscrito al Archivo General de la Nación. Éste se ha conformado como un lugar de encuentro y de discusión histórica único en el país y de esta instancia se han promovido actos públicos para difundir alguna de las investigaciones de sus miembros. Por otra parte, en el ámbito académico hay novedades muy esperanzadoras. En este momento los alumnos de historia de la Universidad Tecnológica están a punto de acabar su primer ciclo de la licenciatura. También, en la Universidad de El Salvador se están ultimando los detalles necesarios para implantar lo más pronto posible la carrera de historia. Asimismo, en julio los especialistas de todo el mundo en historia de Centroamérica vinieron a El Salvador a reunirse en el V Congreso Centroamericano de historia donde expusieron y debatieron los últimos estudios al respecto del pasado del istmo. Y todo esto fue posible gracias a la necesidad por parte de la sociedad salvadoreña por buscar y reflexionar acerca de su pasado, por hacer memoria.
