Resumen:
Hay una serie de demandas que principalmente han sido puntualizadas por la Ley de Educación Superior, que desde luego son grandes desafíos, grandes retos para las instituciones y además tienen tiempos preciso. Hay que manejar el fenómeno dentro de esos dos niveles, por una parte, la evolución importante que ha habido en la educación superior y, por otro lado, las exigencias de una ley que tiene la idea de exigir mínimos, pero realmente son mínimos difíciles de cumplir y que hay que hacer un gran esfuerzo interno institucional para poder estar al día con los requisitos que la misma ley demanda que tienen que cumplirse. Todo esto lo ubico dentro de una dinámica de desarrollo, que desde luego es una dinámica de depuración como siempre ocurre, hay instituciones que se han quedado atrás y no pueden seguir en el ritmo que la realidad demanda y que la ley exige, pero otras que sí lo han hecho y que lo seguirán haciendo de seguro, pues tienen una gran carga de desafíos. Pero yo todo lo veo en esa dirección como un problema de crecimiento, un problema de desarrollo.
