Abstract:
Gerorge Bancroft, historiador norteamericano, nos lo recuerda en su Historia de los Estados Unidos, que comenzó a aparecer en 1834. Este distinguido erudito elogiaba el pasado colonial en términos de "origen divino" y "misión excelsa". En 1845, el director de una revista de New York, John L.O'Sullivan, proclamaba ya en una forma más categórica y determinante que "el cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por el continente que nos ha sido asignado por la Providencia para el libre desarrollo de nuestros millones de habitantes que se multiplican anualmente". Para los fervientes del destino manifiesto, la "adición" de Texas, Nuevo México, California, Florida, Oregón y Alaska al territorio norteamericano no sería suficiente: "Dios había destinado al pueblo de los Estado Unidos a extender su soberanía sobre Canadá, México, Cuba, otras islas de las Indias Occidentales y Hawái.