Resumen:
En adición a los resultados propiamente electorales, el recién pasado evento eleccionario ha generado una serie de consecuencias que no tienen parangón en nuestra reciente historia, no obstante que por tratarse de elecciones para Diputados y Concejos Municipales éstas no parecían destinadas a generar cambios de gran importancia. Lo usual ha sido que sean las elecciones presidenciales los grandes hitos definitorios de cambios decisivos en el poder y en el protagonismo de las fuerzas políticas y los que dan lugar a las máximas tensiones en la población, en tanto, es en tales confrontaciones en donde pareciera decidirse cada cinco años el destino del país. Las últimas elecciones, sin embargo, si bien no constituyeron un capítulo particularmente intenso en nuestra vida política electoral, en la medida en que más bien prevaleció un clima de apatía, han producido un nuevo contexto cuyas proyecciones plantean serias interrogantes respecto al futuro de El Salvador.