Abstract:
Al llevar la mirada hacia atrás, cuando traemos al presente los sucesos del pasado, no podemos menos que extrañarnos de lo mucho que se ha hecho en el corto período de vida institucional. Todo ello, a pesar de las circunstancias adversas que inevitablemente se presentan y que, sin duda, retrasan o impiden los resultados esperados. Recopilar los hechos es una manera de rescatar la memoria histórica de la institución, para rendir cuentas a la sociedad y para conocer las realidades del presente, las que necesariamente definen las perspectivas del futuro. La Universidad Tecnológica se inició como un instituto tecnológico, cuyo desarrollo se orientó a partir de 1 98 1 hacia la educación superior universitaria, en virtud de las condiciones imperantes en esa época. Sustentada en una filosofía pragmática llena de vitalidad, con capacidad de decisión rápida y oportuna, la UTEC se comenzó a desarrollar institucionalmente, disponiendo para ello de una conveniente oferta de servicios educativos fundamentada en una eficiente organización, la cual logró establecer una imagen de seriedad académica y eficacia administrativa, con lo que se posicionó rápidamente en el campo de la educación superior. Ofreciendo los mismos programas de estudio de la Universidad de El Salvador y manteniendo un cuadro de docentes que, en su mayoría, provenían de la misma universidad nacional, logró ofertar estudios universitarios con el mismo nivel académico del de otras universidades existentes en aquellos tiempos. La dinámica del cambio, que desde el principio fue la característica esencial de la Universidad Tecnológica, le permitió un crecimiento sostenible en infraestructura física, en organización, en calidad y diversidad académica, y por supuesto, en población estudiantil, situándola en el transcurso del tiempo, por las razones apuntadas, como la universidad privada más grande de El Salvador. Desde luego, son muchos los factores positivos que han contribuido al crecimiento de esta casa de estudios; pero sin duda, uno de los más influyentes fue, y es, la baja cuota de escolaridad, cuyo valor, aun cuando es institución acreditada, está por debajo de la señalada para otros centros universitarios de igual o menor categoría, e incluso, está por debajo de la requerida por algunos de los centros de educación media, cuyos graduados acceden regularmente al sistema de educación terciario del país. La evolución histórica que ha tenido la institución posee una estrecha relación con el marco normativo y filosófico desarrollado por la misma. En sus inicios, este marco establecía los lineamientos básicos en los que este centro de formación profesional fundamentaba toda su proyección y actividad; al modificarse el entorno social, político, económico y cultural del país, la universidad ha sabido adecuarse a estos cambios, e incluso, convertirse en muchos casos en elemento de apoyo de los mismos; motivo por el cual, dicho marco ha sufrido trascendentes modificaciones en sus principios, objetivos y valores institucionales, conservando sin embargo, el compromiso por el mérito intelectual de sus estudiantes, más que por el privilegio social de los recursos que estos poseen.