Abstract:
En El Salvador, el último censo nacional de población llevado a cabo en 2007 enumeró un total de 7.441 salvadoreños identificados como negros de raza. Dicho conteo muestra la existencia de una comunidad afrosalvadoreña que se niega a desaparecer, a pesar de las décadas de negación de la que han sido objeto, como colectividad étnica, por parte del Estado salvadoreño. Si bien el proyecto de blanqueamiento mental, social y cultural se desarrolló con éxito, en muchos poblados del territorio salvadoreño, como San Alejo, la población reconoce desde un mundo subalterno la presencia de afrodescendientes, evidenciándolos en la tradición oral, la religiosidad y la mitología, la cual que sustenta el arribo y distribución geográfica de los afrodescendientes en la zona y sus alrededores. Esta presencia étnica esta generalmente asociada a agentes negativos y a una simbolización originada desde la época colonial, que se ha mantenido vigente en el imaginario social no solo de San Alejo, sino de muchos poblados del territorio salvadoreño.