Resumen:
Uno de los hallazgos más significativos del estudio es que, al contrastar los factores sondeados de acuerdo al entorno, es la variable trabajo la que aparece con incidencia inversamente proporcional. Es decir, de los jóvenes que poseen una actividad laboral, en cualquier modalidad, la mayoría muestra una incidencia negativa de dicha actividad en el aprendizaje del idioma a nivel individual y social. De acuerdo con el informe de la OIT (2012) sobre trabajo infantil, los niños, niñas y adolescentes que desempeñan una ocupación específica, esta va en detrimento de su habilidad para
aprender cuando el trabajo realizado está divorciado de cualquier tipo de aplicación de los contenidos vistos en la escuela, o, en los peores casos, el trabajo genera deserción.