Resumen:
La población mundial en las últimas décadas ha experimentado un crecimiento económico significativo, influenciado en gran medida por los avances tecnológicos y científicos. Lastimosamente, ese crecimiento no ha sido desarrollado de forma paralela con el medioambiente, por ello, en la mayoría de los casos el crecimiento económico es inversamente proporcional a lo que se conoce como “desarrollo” y la sostenibilidad ambiental. El consumo per se es válido y necesario para el desarrollo de una sociedad, pero cuando se realiza sin control y sin medidas para atenuar los efectos generados, se crean problemas ambientales que presionan hasta la extinción de algunos recursos naturales y los desechos generados por los mismos productos afectan no solo la sociedad que los genera y “disfrutan”, sino también a otros de forma directa e indirecta. Ante una realidad alarmante generada al medio ambiente por la explotación de los recursos y con el fin de lograr que los ciudadanos se vuelvan consumidores responsables, deben implementarse no solo acciones puntuales y aisladas, sino un plan de difusión y formación en educación ambiental, que permita generar un cambio de actitud y respeto por su entorno. En vista de lo anterior, con el presente artículo se realiza un análisis sobre el reto de la educación ambiental para modificar patrones de conductas, actitudes y valores, que favorezcan la sensibilización ante el deterioro del medio ambiente.