Resumen:
En la Conferencia Internacional en Desarrollo y Población ICPD 25 (ICPD25, 2019), los ejes estratégicos son que todo embarazo sea deseado, que todo parto sea seguro, que toda la juventud tenga la capacidad de desarrollarse y para ello la brecha de financiamiento en salud materna para cumplir las metas es del 3.7 % y la brecha de gastos para planificación familiar es del 1.4 %para toda América Latina y el Caribe. El apoyo social durante el embarazo y puerperio es una fuente de seguridad e incertidumbre para la nueva madre. En esta variable juega un papel importante las condiciones sociales, económicas y psicológicas que surgen en la diatriba de la pérdida de derechos al salir embarazada (Olavarría Aranguren & Molina Gutiérrez, 2012). Un apoyo social reduce la presencia de alteraciones mentales en la madre (García Vega et al., 2012) y fortalece la crianza del nuevo miembro en la familia (Sámano et al., 2017). La discapacidad funcional que ocasione el trastorno depresivo durante la maternidad de la adolescente y la gravedad de los síntomas ocasionaran problemas de cuido de la madre y el hijo(a) (Asociación Americana de Psiquiatría, 2014). La presencia de síntomas melancólicos en la madre, pueden acompañarse de culpa e incapacidad para cuidar el hijo lo que implica un deterioro en la relación madre-bebe. La depresión durante la maternidad incide en la vinculación y adaptabilidad prenatal lo que se vuelve negativo y puede manifestarse en los problemas de abuso infantil y negligencia en el cuidado a largo plazo (González, 2006). El objetivo de esta investigación fue: Caracterizar la salud mental de la adolescente durante la maternidad a través de la autoestima, el apoyo social recibido, la presencia de síntomas de depresión, la percepción de embarazo en su entorno próximo, la vinculación afectiva y la adaptación prenatal de la madre