Resumen:
La enfermedad del coronavirus 2019 llegó a El Salvador y con ello sus efectos en la primera fase: distanciamiento social, cuarentena domiciliar, cierre de fronteras, activación de alarmas, la cancelación de clases presenciales y la consecuente virtualización de la educación para todos los estudiantes del sistema educativo (Ennis-McMillan & Hedges; FUSADES, 2020). Las medidas de confinamiento como medio para evitar contagios evidencian que la salud y la enfermedad forman parte de una dualidad dinámica del ser humano y de su praxis social. Las preocupaciones por conservar un buen estado de salud son constantes culturales, presentes en todas las sociedades. Cada grupo se organiza colectivamente para comprender y desarrollar técnicas en respuesta a las experiencias o episodios de enfermedad e infortunios, sean ellos individuales o colectivos (Langdon & Wiik, 2010). Estudiar la experiencia de los estudiantes implica analizar una serie de variables individuales para analizarlas desde una valoración cultural colectiva. Vygotsky (1994) definió la experiencia humana como un prisma en el que se refractan los efectos del medio para explicar que las personas no reaccionan de la misma manera ante las mismas condiciones de vida. Una misma situación puede ser interpretada, percibida, experimentada o vivida de diferente manera por los individuos (Saucedo, 2003). Por lo anterior, y dado a que dentro del conjunto de recomendaciones generales para la prevención del contagio de la COVID 19, la más destacada ha sido el distanciamiento social; desde la antropología, se propuso como objetivo de la investigación identificar las ideas y discursos asociados a la incidencia de la cuarentena por coronavirus en el estilo de vida de los estudiantes Utec para interpretar las consecuencias socioculturales de la pandemia.