Resumen:
La investigación teoriza sobre la forma del ejercicio del poder político donde el sujeto o actor social políticamente relevante que con independencia de su identidad de género, se ve condicionado por el entorno en el cual despliega sus relaciones sociales, presionando o constituyendo su identidad y devenir como sujeto sometido a esos mandatos sociales o políticos propios del poder que ostenta. Cuando las mujeres logran acceder a un cargo de poder siguen siendo juzgadas por “patrones de asimilación” masculino y, al no encajar con ese modelo, llegan a ser discriminadas, cuestionadas o juzgadas en su rol político, observándose que la reacción de algunas mujeres en cargos de poder, es adoptar formas y modelos masculinos hegemónicamente aceptado. Por lo que la investigación da cuenta sobre la naturaleza de dicho fenómeno: éste es consecuencia del modelo androcéntrico socialmente aceptado en un entorno cultural donde la masculinidad, con todos sus modelos y formas de ejercer el poder, es lo hegemónicamente aceptado.