Abstract:
Desde el momento mismo de la colonización española de lo que ahora se entiende como el territorio salvadoreño, la historia de los pueblos indígenas se convirtió en una sumatoria de hechos de despojo y desmedro de sus haberes, saberes, sentimientos y pensamientos y en un elogio a los afanes civilizadores de los pueblos conquistadores', al grado tal que la sociedad nacional, en su conjunto, sumió a las culturas precolombinas en fuertes espirales de violencia y olvido al momento de tomar las grandes decisiones nacionales'. Estos son los casos de los proyectos de la revolución de diciembre de 1948 y del Plan de Nación, iniciados estos últimos en 1999 pero que para las comunidades indígenas no han representado una nueva oportunidad de acceso a las reglas del desarrollo nacional y de la democracia vigente, sino tan solo uno más de sus aspectos de disemi (nación) y de los afanes de negar su historia, herencia y aportes mediante el discurso oficial que plantea al mestizaje como la homogenización total y absoluta de la actual sociedad salvadoreña', a la vez que se encarga de elogiar el pasado indígena y mostrarlo como parte del patrimonio cultural de todo El Salvador, en especial a lo que se refiere a los nombres de lugares (topónimos)' procedentes de los "dialectos ancestrales", en vías de extinción y hablados ya solo por el 0.8 por ciento de la población.