Resumen:
Feliz iniciativa de la Academia Salvadoreña de La Lengua, en compañía de la Federación de Asociaciones de Abogados de El Salvador, de rescatar del olvido, en un acto solemne, las vidas ejemplares y paralelas de cinco miembros de número de la primera, que dignificaron con su actuación y conducta al gremio nacional de los profesionales del Derecho: los doctores Hermógenes Alvarado h, Enrique Córdova p, Romeo Fortín Magaña, David Rosales h y Miguel Rafael Urquilla, cuyas existencias fueron fecundas en méritos, fecundas en servicios y fecundas en ejemplos. Las dos corporaciones estimaron que para honrar con verdadera prestancia a tan egregios juristas, quienes, además fueron maestros insignes de leyes y forjadores sabios de conciencias, era indispensable que la exaltación de ellos estuviera a cargo de colegas o discípulos suyos de indiscutible valía moral e intelectual, los doctores Reynaldo Galindo Pohl, José Enrique Silva, José David Escobar Galindo, Rafael Antonio Carballo y Alfonso Rochac, a fin de que el encomio, sin el oropel de las palabras vanas, tuviera los quilates de oro puro de la autoridad y de la convicción.